Linet Sánchez e Iván Perera (dos mesas de trabajo adentro de un búnker)
- Larry J. González
- Apr 6, 2023
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Updated: Jul 6
Linet Sanchez e Iván Perera van a estar juntos un mes bajo el mismo techo. Cada uno tiene un cuarto, una mesa de trabajo. Linet e Iván bajo el mismo techo en la beca de Espacio 23 en Allapattah. En Miami. Desde afuera, Espacio 23 es un búnker. Adentro atraviesas la colección de Jorge Pérez. Entras al taller de la beca. Linet e Iván no se hablaban casi en Cuba. Hoy si estás con ellos, relajados, uno puede interrumpir al otro como si hubieran estado en la misma aula del ISA.
Las obras de Linet e Iván cuelgan del suspenso. Explotan al significante y lo exhiben mudo. A Linet no le interesa mucho el destino de las maquetas que retrata. A Iván no le interesa mucho el título y al autor de las portadas de libros que vuelca sobre la pared. Siempre pregunto sobre la suerte de las maquetas y las portadas inversas de esos libros...
...Leer bocabajo: las portadas que no dan la cara
Algunas veces horadar la piedra tiene tanto de fábula como la piedra que es propiamente una ruina.
Algunas veces desmenuzar un libro a jirones es una excusa para coserlo con calma.
Algunas veces un diario escrito sin ganas parece un libro de ensayos.
Leer bocabajo pensando en dibujos por terminar,
un estudio de paisaje sobre la mesa.
Iván Perera vuelve una y otra vez sobre la literatura. Cuando va a la historia y explora allí sus vestigios y colecciones de accesorios, vuelve a la literatura. Iván si interviene o roba espacios de la no ficción mantiene un carácter incólume en lo escultórico que cita, no así cuando se extiende sobre la disparidad de géneros literarios y desarticula la autoría y crea la imagen del no-autor. Esa invisibilidad del texto que interviene es recurrente en la obra de Iván. Muchas veces porque descuaderna, otras veces porque agrieta el texto hasta encontrar hilos. Así la intensidad dialógica con el libro como objeto queda muda de su significación original.
Desde la historia Iván expone variados modos de alterar el referente escultórico. Desvanece la acción performática, convierte un fragmento de arquitectura en una escultura suspendida, y desliza piedras talladas sobre los caminos de sepulcros. Mayormente el signo siempre pervive detrás del gesto.
En Recorporacion, Iván traslada la figura de un tapiz sobre la costa a golpe de cincel y martillo. El tapiz fue tejido por Juan Manuel Márquez cuando fue el preso más joven del Presidio Modelo. Recorporacion es una pieza de inicio. Más que el homenaje en sí me interesa la escultura como resultado, la significación del espacio y la temporalidad del mar sobrepasando la costa, el registro de la pieza hasta su desvanecimiento. La inmanencia del objeto, aunque transitoria, es tan eficaz como el signo suspendido en Todo lo sólido se desvanece en el aire.
Un fragmento de columna pende del techo. Una de las columnas de la iglesia sin terminar de El Carmelo. Crucifijos, dijes y amuletos que han sido donados al artista, cuelgan de la pared y resguardan al fragmento de la columna. La visión de cada resguardo religioso y sus historias personales se concilian alrededor de un monolito trunco. Los fieles alrededor del templo. Todo lo sólido se desvanece en el aire activa la memoria desde la creencia depositada en lo que representa el objeto. Perpetúa el esteticismo con un montaje que activa el fragmento como si fuera un altar. La pieza se recrea en el espacio arquitectónico e incompleto que cita, hace de la instalación una reivindicación de la existencia. Una andadura por los distintos caminos que mueven la fe.
La historia en las piezas de Iván se manifiesta sobre un discurso que expone objetos y lugares verídicos. Los ronda la apología. Cuando ese tono varía hacia el objeto anónimo el lirismo se acentúa sobre una dimensión más literaria que arqueológica y documental. Muéstrame, por un instante, el color de la eternidad está en ese borde donde la metaforización de lo textual marca distancia con el enfoque arqueológico.
Muéstrame, por un instante, el color de la eternidad es una serie fotográfica que registra el desplazamiento de un instante. Desplazar libros de piedra y mármol sobre tumbas y captar esa huella que antes parecía inamovible. La poesía de un epitafio como la hoja aislada de un libro de poemas anónimo.
Y además así será vista y honrada por nosotrossu tumba, cuando pasemos a los libros.
Konstantinos Kavafis
En la obra de Iván tienen un gran peso los modos en que fragmenta y deshace el texto. En su serie Dibujos, arranca páginas a libros para dibujar en el interior de sus tapas. Los dispone como dibujos pegados a la pared. En Objetos tejidos con hilos extraídos de libros, la pieza es tal cual sentencia el título. Llevar el libro hacia su reducción más ínfima y luego tejer. La esencia propia del texto que se desvanece conforma la apariencia escultórica de lo literario. De todos modos, es el libro a cuestas. Es la retórica como fisiología. Aunque desconozcamos cuál es la ficción o el libro de memorias que cubre al objeto y lo tapiza. Es la literatura como capas de artificio.

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